EL HOMBRE DE ORCE

El Hombre de Orce es un fósil óseo hallado en 1982 por el equipo del paleoantropólogo Josep Gibert i Clols en el yacimiento de Venta Micena, pedanía del municipio español de Orce, en la provincia de Granada (Andalucía). También se le conoce como fósil VM-0. Varios investigadores propusieron que el fósil era de origen animal en lugar de humano, creando una gran controversia. Los defensores de esta teoría se basaban en la presencia de una cresta en el fósil para afirmar que se trataba de restos de un équido y no de un humano como el profesor Gibert defendía. El Louvre de París fue una de las instituciones que más atacó la veracidad del resto fósil. Sin embargo, el hallazgo de un cráneo de época romana con una cresta semejante a la encontrada en el Hombre de Orce, además de los estudios químicos que demuestran la presencia de elementos exclusivamente humanos (albúmina), avalan la naturaleza humana del fósil. Por otro lado, estos análisis inmunológicos nunca fueron considerados concluyentes, pues resultaba raro y sospechoso que un fósil tan antiguo conservara cantidades tan grandes de albúmina. Los estudios muestran que la antigüedad próxima del fósil está en torno a 1,3 millones de años. En la zona se han encontrado piezas manipuladas por el hombre con una fecha estimada de 1,4 millones de años de antigüedad en los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3.

miércoles, 25 de abril de 2012

Las excavaciones en Orce dejan al descubierto restos óseos de grandes mamíferos

Los fragmentos óseos hallados son de distinto tamaño y pertenecen a elefantes, hipopótamos, rinocerontes, équidos y algún cérvido pequeño

02.09.11 - 19:24 -
Según ha explicado Robert Sala, director del proyecto, lo "extraordinario" del hallazgo no es tanto la presencia de grandes mamíferos, que ya se conocía por la campaña llevada a cabo el año pasado en la misma zona, como la variedad de animales de los que se han encontrado restos (hipopótamos y rinocerontes sobre todo).
La excavación se centra en los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3, pero la presencia de grandes mamíferos se ha dado sobre todo en este último, donde ya se conocía la existencia de una gran pieza de dos metros de longitud (una defensa de elefante) que está al descubierto desde excavaciones anteriores llevadas a cabo en 2006.
Los fragmentos óseos hallados son de distinto tamaño y pertenecen a elefantes, hipopótamos, rinocerontes, équidos y algún cérvido pequeño, según Sala, que precisa que algunos son huesos enteros de extremidades, mientras que en otros hay indicios de haber sido rotos por humanos con herramientas de piedra.
Esto último demuestra que "esa acumulación de huesos, al menos en parte, fue hecha por humanos", según el director del proyecto.
En cuanto a las herramientas de piedra, han aparecido cantos trabajados y lascas, en definitiva una amplia representación de la industria lítica asociada a este tipo de fauna, explica Sala.
Sobre ambos yacimientos ya se llevó a cabo el año pasado otra campaña de excavación a cargo del mismo equipo que concluyó con la constatación de la existencia de vida humana en la zona hace 1,3 millones de años, la recuperación de 105 herramientas líticas y el levantamiento de 1.400 registros.
Con un presupuesto de unos 65.000 euros, esta nueva intervención del Instituto Catalán de Paleoecología Humana llevada a cabo por un equipo de 45 personas se prolongará hasta el 18 de septiembre.
El objetivo es descubrir elementos "más claros y singulares" de la ocupación humana en la zona para conocer la forma en la que los primeros habitantes controlaban el territorio, accedían a los recursos y actuaban al borde de un lago, como era el caso de Orce.
En la campaña de este año, el equipo encargado de la excavación sacará además por primera vez muestras, para su datación, de otros yacimientos de la cuenca ubicados en Cúllar Baza y Huéscar.eración de 105 herramientas líticas y el levantamiento de 1.400 registros.
Con un presupuesto de unos 65.000 euros, esta nueva intervención del Instituto Catalán de Paleoecología Humana llevada a cabo por un equipo de 45 personas se prolongará hasta el 18 de septiembre.
El objetivo es descubrir elementos "más claros y singulares" de la ocupación humana en la zona para conocer la forma en la que los primeros habitantes controlaban el territorio, accedían a los recursos y actuaban al borde de un lago, como era el caso de Orce.
En la campaña de este año, el equipo encargado de la excavación sacará además por primera vez muestras, para su datación, de otros yacimientos de la cuenca ubicados en Cúllar Baza y Huéscar.

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