EL HOMBRE DE ORCE

El Hombre de Orce es un fósil óseo hallado en 1982 por el equipo del paleoantropólogo Josep Gibert i Clols en el yacimiento de Venta Micena, pedanía del municipio español de Orce, en la provincia de Granada (Andalucía). También se le conoce como fósil VM-0. Varios investigadores propusieron que el fósil era de origen animal en lugar de humano, creando una gran controversia. Los defensores de esta teoría se basaban en la presencia de una cresta en el fósil para afirmar que se trataba de restos de un équido y no de un humano como el profesor Gibert defendía. El Louvre de París fue una de las instituciones que más atacó la veracidad del resto fósil. Sin embargo, el hallazgo de un cráneo de época romana con una cresta semejante a la encontrada en el Hombre de Orce, además de los estudios químicos que demuestran la presencia de elementos exclusivamente humanos (albúmina), avalan la naturaleza humana del fósil. Por otro lado, estos análisis inmunológicos nunca fueron considerados concluyentes, pues resultaba raro y sospechoso que un fósil tan antiguo conservara cantidades tan grandes de albúmina. Los estudios muestran que la antigüedad próxima del fósil está en torno a 1,3 millones de años. En la zona se han encontrado piezas manipuladas por el hombre con una fecha estimada de 1,4 millones de años de antigüedad en los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva 3.

domingo, 1 de octubre de 2017

CONCLUSIONES DE LAS EXCAVACIONES 2017 EN ORCE.


Los trabajos de Orce desvelan una estructura social más compleja de lo que se creía hasta hoy. 


Según el profesor de la UGR Jiménez Arenas, los restos de Barranco León revelan la factura de filos cortantes para romper huesos

IDEAL. GRANADA. Domingo, 30 julio 2017
Los trabajos de campo desarrollados en los yacimientos de Orce han revelado que la complejidad cultural de los homínidos de hace 1,5 millones de años es mayor de lo que se creía.
El equipo multidisciplinar dirigido por el profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, Juan Manuel Jiménez Arenas, ha llegado a estas conclusiones tras los veinte días de trabajo en los yacimientos de Barranco León, Venta Micena y Fuente Nueva 3 de Orce, que acabaron el pasado domingo.
Durante esta nueva fase de excavaciones, destinada a conocer cómo vivían en la zona hace 1,5 millones de años, el equipo ha hallado restos óseos de numerosas especies, entre los que destaca la mandíbula de un mamut.
Los expertos hallaron restos óseos de varias especies, incluyendo una mandíbula de mamut
Además, el equipo que lidera la Universidad de Granada ha recalcado que los hallazgos están ofreciendo grandes resultados, y han cumplido, en palabras de los investigadores, con los objetivos marcados en el Proyecto General de Investigación.
El trabajo de campo se ha desarrollado de manera paralela en los tres yacimientos de Orce, en el norte de la provincia de Granada, y ha permitido recuperar y documentar percutores con los que los homínidos fracturaban otras rocas para obtener filos cortantes y elementos útiles pesados con los que romper huesos.
Los investigadores han destacado la aparición de restos utilizados que añaden «una mayor complejidad al repertorio cultural de nuestros antepasados más remotos» o la recuperación en Fuente Nueva del húmero de un mamut que superaría las nueve toneladas de masa corporal, según ha explicado Jiménez Arenas.
Los expertos de Orce han hallado en esta campaña un elevado número de ciervos, especialmente representados por las enormes cuernas de la especie Praemegaceros, cantidad que podría estar relacionada con unas condiciones climáticas diferentes a las que se pueden registrar en los yacimientos con presencia humana.
De manera paralela, durante esta campaña se ha desarrollado un programa de divulgación con cuatro charlas en diversos bares de Orce, una conferencia en Huéscar, tres jornadas de puertas abiertas a los yacimientos, dos para todos los públicos y otra con niños.
Además, se ha añadido al estudio la apuesta por la nuevas tecnologías con toma de imágenes con drones y pértigas para reconstruir tridimensionalmente los valles y la superficie de los yacimientos y un sistema de registro a través de una aplicación de teléfono móvil.
La intervención en Orce continuará con el estudio de los materiales gracias al proyecto financiado por la consejería de Cultura que se prolongará hasta 2020.
En esta intervención han participado diferentes instituciones académicas y de investigación como el IPHES de Tarragona, la Universidad de Helsinki, la Autónoma de Barcelona, el CENIEH de Burgos, la Universidad de Zurich o el Centro GeoGenetics de Copenhague.

HOMENAJE A JOSÉ GIBERT


'Una vida dedicada al conocimiento de los primeros europeos', un homenaje a José Gibert.

El libro editado por la Diputación de Granada y coordinado por Francesc Ribot ha sido presentado en Orce


JOSÉ UTRERA GARCÍABaza
En el marco del programa Verano Cultural 2017, se ha presentado en Orce un libro homenaje al paleontólogo José Gibert. El libro lleva por título: “Homenaje a José Gibert Clols, una vida dedicada al conocimiento de los primeros europeos”. Ha sido editado por la Diputación de Granada y coordinado por el Francesc Ribot, discípulo y amigo de Gibert. En este volumen participan cerca de 50 autores, muchos de ellos científicos que participaron en el congreso internacional de paleontología humana (Orce, 1995) y han querido dejar constancia del afecto y admiración hacia la persona de José Gibert.
Entre ellos destaca el profesor Emiliano Aguirre, impulsor de las investigaciones en Atapuerca y quien en un principio fue escéptico con los hallazgos pero acabó reconociendo la humanidad del cráneo de Orce al publicarse nuevos datos anatómicos y bioquímicos. Aguirre, académico de la Real academia de Ciencias y premio Príncipe de Asturias titula su capítulo, “José Gibert: un científico eminente y constante en un entorno difícil”. Entre amigos y colaboradores destaca el capítulo firmado por F. Ribot y A. Iglesias con título “El hombre de Orce: un fósil incómodo. Historia de una polémica recurrente” donde se hace una revisión objetiva de cómo surge la polémica de Orce el año 1984, es superada en 1995 y vuelve a surgir después del congreso internacional de 1995 para finalmente ser zanjada el año 2006.
En la presentación del libro participaron la Diputada de Cultura de la Diputación de Granada, el Alcalde de Orce, el Catedrático de Prehistoria de la Univ. de Murcia Michael Walker, La doctora Concha Borja y el hijo del homenajeado, el profesor de petrología de la Universidad de Barcelona Luis Gibert.
En el transcurso de sus intervenciones el Alcalde de Orce destacó la figura humana y científica de José Gibert, “su rigurosidad, capacidad de trabajo, calidad científica y humana”, “era una persona con la que se podía charlar amigablemente en cualquier lugar”, “murió sin que su trabajo le fuese reconocido y eso nos obliga a estar siempre recordándole y agradeciéndole sus investigaciones y descubrimientos en Orce”.

Para la Diputada de Cultura, este libro representa un reconocimiento a la persona de José Gibert por dar a conocer a Orce al mundo y haber realizado una investigación coherente. En el año 2013 la Diputación de Granada le otorgó la Medalla de Oro de la provincia pues “sin su trabajo Orce hoy no sería lo que es y de bien nacidos es ser agradecidos”.
El Prof. Walker, codirector con Gibert de las excavaciones en el yacimiento murciano de Sima de la Palomas dijo tener un muy buen recuerdo de su persona, de su amistad, de su trabajo riguroso y de su capacidad de aguantar las calumnias que desafortunadamente se dan en nuestra disciplina. “Afortunadamente la ciencia al final siempre triunfa y su trabajo y aportación científica ha sido finalmente aceptado por todos.”
La doctora Concha Borja, quien realizó una tesis doctoral sobre proteínas fósiles en los restos de Venta Micena, explicó cómo se iniciaron los trabajos sobre inmunología en los fósiles de Orce, con J.M. Gallardo, Felipa Martínez (vecinos de Orce) y el catedrático de la Univesidad de Granada Enrique García Olivares. Borja explicó el proceso de investigación realizado en UGR y cómo, ante los primeros resultados positivos donde se determinaban proteínas fósiles humanas en los restos polémicos de Venta Micena, los análisis fueron repetidos en varias ocasiones para eliminar cualquier duda. También fueron contrastados con el pionero en estas técnicas el doctor Lowenstein de la Universidad de California, quien obtuvo los mismos resultados, utilizando técnicas y muestras distintas. La identificación de proteínas fósiles humanas en diferentes fósiles de Venta Micena permitió superar la polémica que existía sobre la anatomía del cráneo. Borja se lamentó de que, habiendo sido la Universidad de Granada pionera en Europa en este tipo de investigaciones, esta línea de trabajo no tuviera continuidad y apoyo por parte de la universidad, “donde estaríamos ahora si esta línea de investigación hubiese continuado”.

Pepa Beotas y José Gibert

Finalmente, Luis Gibert, agradeció a la Diputación de Granada la publicación de este libro, y a Francesc Ribot la labor de coordinación del mismo he hizo un resumen de la trayectoria profesional de su padre, explicando cuales fueron sus mayores aportaciones al conocimiento. Para Luis Gibert la participación en este libro de importantes científicos implica reconocer la figura científica de José Gibert, también la participación de amigos y allegados revalorizan su figura humana. Destaca entre estos el artículo de José Ladrón de Guevara titulado “Memoria de una tropelía” y las palabras de la persona que mejor le conoció, la pintora Pepa Beotas de quien reproducimos aquí un fragmento de su capítulo: “Conocí a José Gibert en Tarragona en 1967, yo era hija del gobernador militar y él cumplía un castigo por haber desertado de la mili. No fue una relación fácil, él no era el candidato ideal, pero se salvaron todos los obstáculos y nos casamos seis meses después. Lo que más me impresión de él fue su extraordinaria inteligencia, unida a su bondad. Durante nuestra historia en común fuimos leales el uno al otro y nos apoyamos en todo. Su pasión por el conocimiento no tenía límites, todo le interesaba y de todo podía opinar con criterio y argumentos. Era audaz, valiente, generoso y siempre estaba donde debía. A sus hijos les transmitió su pasión por la vida, su curiosidad y su entusiasmo. Se enfrentó a la muerte con el mismo valor con el que había vivido. Lo último que me dijo fue: creo que he conseguido tener la vida que quise y estoy tranquilo porque mis hijos ya tienen una formación y están bien. Pero tú, ¿podrás resistirlo?”. Yo le cogí la mano y le dije: “Sí que podré". Desde entonces no hay un solo día que no recuerde mi promesa y que no piense en él, en todo lo que a su lado aprendí, la vida tan plena que me proporcionó y le doy gracias al universo por haberle conocido y haber compartido con él los mejores años de mi vida, y me enorgullezco de haberle elegido como padre de mis queridos hijos, que siempre están a mi lado y que han heredado de su padre sus mejores valores”.