IDEAL.ES / JOSÉ UTRERA
- EUROPA PRESS 9 noviembre 2015
LOS
YACIMIENTOD DE ORCE SON LOS MÁS ANTIGUOS CON RESTOS HUMANOS EN EUROPA
OCCIDENTAL.
- La presencia de restos humanos y la ausencia de cerdos fósiles permiten contemplar una cronología superior a 1,2 millones de años e inferior a 1,8 millones de años.
El Instituto
de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes) afirma que los yacimientos
de Orce, en la provincia de Granada, son los más antiguos con restos humanos de
Europa occidental, puesto que la presencia de restos humanos y la ausencia de
cerdos fósiles permiten contemplar una cronología superior a 1,2 millones de
años e inferior a 1,8 millones de años.
Los expertos
afirman de hecho que esta zona del sur de España es algo más antigua que las más
viejas con presencia humana en Atapuerca (Burgos), lo que se ha conseguido
determinar tras confirmar la ausencia de fósiles de cerdos en los yacimientos
granadinos.
En Europa,
la presencia de cerdos fósiles es bien conocida con anterioridad a 1,8 millones
de años de antigüedad, como en Saint Vallier o Senèze (Francia) o Poggio Rosso
(Italia), donde se ha registrado una especie llamada Sus strozzi, pero también,
y es especialmente relevante su hallazgo en la misma cuenca de Guadix-Baza en
el sur de la Península Ibérica, donde en el yacimiento de Fonelas P-1, datado
en unos dos millones de años, se ha publicado la presencia de un cerdo llamado
Potamochoerus magnus.
Sin embargo,
los expertos resaltan que no hay registro de cerdos fósiles en todo el
continente europeo, en cronologías que van desde 1,8 hasta 1,2 millones de
años. "Es decir, los cerdos desaparecen de Europa durante más de medio
millón de años, por causas que aún se desconocen", comenta Bienvenido
Martínez-Navarro, investigador en el Iphes y autor principal del artículo que
recoge este estudio, publicado en la revista 'Quaternary International'.
"Este
dato --prosigue el paleontólogo-- se detecta en el legendario yacimiento de
Dmanisi, en el Cáucaso de Georgia, a las puertas de Europa, datado en 1,8
millones de años, donde se han encontrado las evidencias de presencia humana
más antiguas de toda Eurasia, pero en cambio es muy significativa la ausencia
de cerdos". A partir de ahí, su registro es totalmente nulo en el
continente europeo hasta hace 1,2 millones de años, cuando vuelven a aparecer
en el nivel TE9 de la Sima del Elefante de Atapuerca, y asociados al registro
fósil de los humanos más viejos de este yacimiento burgalés.
Se trata de
una especie indeterminada, aunque corresponde al grupo de los cerdos modernos
europeos. Desde esta primera aparición, su registro se generaliza por toda la
Europa mediterránea y central durante el resto del Cuaternario hasta la
actualidad. Se trata del famoso jabalí, la especie de ungulado salvaje más
abundante en todo nuestro continente.
Gran éxito
reproductivo
"Cuando
hay cerdos en un ecosistema, normalmente son abundantes entre la comunidad de
especies de grandes mamíferos, debido a su comportamiento alimentario
generalista omnívoro, pero especialmente son abundantes por su gran éxito
reproductivo", puesto que pueden tener partos con un elevado número de
crías, puntualiza Bienvenido Martínez-Navarro.
Por esta
causa, si están presentes en los ecosistemas, los cerdos se conservan de manera
normalizada en las asociaciones fósiles, ya que el potencial de fosilización de
una especie depende de su capacidad de reproducción y, en este particular, los
cerdos son los reyes entre los ungulados.
La llegada a
Europa de cerdos relacionados con el cerdo moderno marca el final del llamado
Villafranquiense superior, periodo de tiempo que comienza hace 2 millones de
años y termina hace aproximadamente 1,2, cuando empieza el Epivillafranquiense.
Dado que los
cerdos no toleran temperaturas muy bajas, muy probablemente su colonización de
Europa está relacionada con cambios en los ecosistemas y en el clima.
Por otro
lado, la llegada de los cerdos a Europa occidental es posterior a la de los
homínidos, como se documenta en los yacimientos de Barranco León y Fuente
Nueva-3 en Orce (1,4 y 1,3 millones de años respectivamente), donde se ha
encontrado un diente humano y una abundante colección de piedras talladas
durante el último cuarto de siglo de excavaciones, pero nunca ha aparecido
ningún resto de cerdo.
Estos datos
implican que, basados en la ausencia de cerdos en los yacimientos de Orce,
estas localidades del sur de España son algo más antiguas que las más viejas
con presencia humana en Atapuerca, donde sí hay cerdos.
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