Un rostro para el 'Hombre de Orce' |
Por J. E. Gómez (Waste-Ideal) |
Dibujos realizados por Enrique López Aparicio. Un hombre intenta extraer el interior de un hueso con un elemento lítico y dos mujeres caminan por la sabana con un niño.
HASTA ahora ha sido una idea en nuestras mentes. El Hombre de Orce se asemeja a las imágenes y dibujos que hemos visto del hombre de Atapuerca, de los primeros habitantes del continente africano, pero ahora tiene rostro, cuerpo e imagen real. Un científico granadino, el geólogo e ilustrador Enrique López Aparicio ha puesto la cara al homínido y ha diferenciado la imagen del hombre, la mujer y el niño que pudo habitar la zona de la depresión Guadix-Baza-Huéscar hace dos millones de años, ya que esa es la datación de las herramientas, industrias líticas, que se han encontrado en las excavaciones paleoantropológicas de Venta Micena, Barranco León y toda la zona de Orce.
A partir de las primeras hipótesis realizadas por el descubridor del polémico homínido, José Gibert, que ya elaboró un dibujo del posible habitante, que se encuentra expuesto en el Museo de Orce, Enrique López Aparicio ha ido a más y ha puesto sobre el papel la foto de familia. «Mi interés por la Paleontología y por la ilustración me llevó a hacer estudios comparativos de las reconstrucciones que se han realizado sobre los homínidos encontrados en Atapuerca, en otros yacimientos europeos y en zonas de Africa. Teniendo en cuenta la época, sus condiciones de vida, la procedencia, ya fuese a través del Estrecho de Gibraltar o por otros lugares, se ha elaborado la estructura física y la imagen de nuestro antepasado».
El autor piensa que es importante, para la divulgación científica y para el conocimiento de la gente, que el Hombre de Orce tenga forma física y que posea un cuerpo y un rostro. En su trabajo ha plasmado la forma física, que se sitúa en parámetros similares al Homo erectus y al Homo hábilis. Le ha añadido elementos que los científicos han considerado fundamentales, la industria lítica encontrada en Orce, la lasca de sílex que el macho utiliza para extraer la médula de los huesos; el hueso con el que intenta alimentarse y la forma física para hacerlo. También incluye en su reconstrucción, la idea de la utilización de palos para apoyarse y defenderse; la necesidad del cuidado de los pequeños hasta una edad bastante avanzada en relación con el resto de los animales de su entorno y la capacidad de comunicación entre los diferentes componentes de su grupo. Una imagen que, en conjunto, puede mejorar el conocimiento del hombre más antiguo de Eurasia.
Para los científicos relacionados con las investigaciones que se llevan a cabo en la zona de Orce, los descubrimientos llevan a pensar en la presencia de un homínido que vivía a la interperie por la ausencia de cuevas o espacios para protegerse de las inclemencias del tiempo y de los animales que habitaban en su entorno. Esta es una de las causas por las que no es fácil encontrar restos oseos. El Hombre de Orce moría en la misma sabana donde pasaba su vida. Su cuerpo era abandonado y, por tanto, pasto de los depredadores y carroñeros. Más tarde, sus restos, desaparecían por efecto de las inclemencias meteorológicas. Sólo podrían encontrarse restos en el caso de que hubiesen quedado enterrados por efectos naturales.
Parque Temático
Los descubrimientos de Orce se han convertido ya en la base de un proyecto para la materialización de un parque temático en esta zona del noreste de la provincia de Granada. La Paleoatropología será la clave para la atracción de visitantes interesados en la cultura y en la evolución del hombre. Este proyecto, auspiciado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, será un revulsivo económico para toda la zona, ya que a través de un consorcio gestor, se incluirán todas las iniciativas de carácter cultural y que sirvan para atraer a un turismo de calidad.
Mientras el proyecto toma cuerpo, las investigaciones en los yacimientos paleontológicos de Orce siguen su curso y volverán a realizarse en el verano del 2000.
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